En ese camino hemos sido parte activa del enfrentamiento con los gobiernos neoliberales en una estrategia que denominábamos de “resistencia” o “defensiva”.
La estrategia de “resistencia” se basaba en impedir que los planes del gobierno avanzaran, creando climas de confrontación y agitación social.
El propio peso de un modelo económico-político-social inviable para las mayorías, sumado a la lucha de amplios sectores gremiales y sociales concluyeron con el derrumbe del consenso neoliberal.
Cuando en 2003 Néstor Kirchner asumió la presidencia y comienza a dar vuelta el paradigma dominante, ubicando a la política como rectora de la toma de dediciones, al trabajo como eje integrador de la sociedad, a la economía nacional como motor del desarrollo, a las políticas sociales como reparadoras de las injusticias y a la integración latinoamericana como verdadero lugar de pertenencia.
Hacemos este breve repaso, ya conocido por todos, para señalar como, a partir de los cambios de orientación en la política nacional, se invierten los roles y es hoy la derecha la que aplica la estrategia de “resistencia”, tratando por todos los medios de que no se desarrolle el proyecto nacional y popular.
Desde el 2003 a esta parte han probado de todo. Por izquierda con los movimientos sociales opositores y algunos gremios manejados por partidos de izquierda –recordemos la huelga en Santa Cruz-.
Con la inseguridad con Blumberg, con el supuesto desprestigio internacional por estar junto a Chavez, Evo Morales y Rafael Correa. Con una supuesta falta de libertad de prensa y con aislados casos de corrupción.
Si bien todos estos elementos han sido inútiles, encontraron el talón de Aquiles del proyecto: la inflación.
Mediante la demarcación de precios –en la mayoría de los casos aumentos netamente especulativos- quieren socavar la base de sustentación más amplia del proyecto, que son los sectores humildes y del trabajo. A su vez incorporan el debate de la necesidad de “enfriar” la economía y reducir el gasto público.
Frente a esta realidad nos encontramos en una situación difícil que requerirá del gobierno y de la militancia astucia y esfuerzo para quebrar la intentona desestabilizadora. La dificultad principal se basa en que el estado hoy tiene pocos resortes para intervenir en la producción, circulación y comercialización de bienes y servicios, lo que nos pone en una situación de desventaja respecto del mercado y nos obliga a correr desde atrás.
Por otro lado carecemos de la fuerza militante para salir, casa por casa si fuera necesario, a debatir y contener frente a esta envestida de los sectores concentrados del capital.
Nuestro Movimiento, tiene en este 3º Plenario la obligación de encontrar el camino para, desarrollar una fuerza política a nivel nacional que sea parte integral del Frente para la Victoria y de la acción de Gobierno. TENEMOS QUE CONSTRUIR LA FUERZA DEL PROYECTO NACIONAL
UNA ESTRATEGIA, MUCHAS TÁCTICAS:
Frente a esta realidad, donde nos toca la responsabilidad de tranformar la Argentina nuestro Movimiento y el Proyecto Nacional en general tienen la obligación de construir varias herramientas para enfrentar los distintos desafíos.
Desde siempre hemos planteado que cada cosa solo sirve para lo que fue creada, que no se puede martillar con un destornillador ni pintar con una pinsa. En política, no comprender esto implica el desgaste de fuerzas ya que se abarcan las problemáticas desde lugares y con herramientas equivocadas.
Nuestra estrategia implica reconocer esto y crear tantas herramientas como sean necesarias para abordar el problemas de la acumulación de fuerzas desde distintos ángulos.
Es así que en estos años hemos planteado que es necesario construir un Movimiento que unifique la estrategia, uno o varios partidos para la actuación electoral, un espacio de juventud como La Cámpora que sintetice las vertientes políticas y las realidades de la juventud argentina, un Centro de Estudios que forme los cuadros político-técnicos para el desarrollo nacional, un trabajo territorial que empuje los cambios sociales y culturales, un grupo empresario autogestionado que nos de sustento económico y un multimedio para influir en la realidad.
Reconocer la multiplicidad de herramientas y la ubicación de cada una en la estrategia es fundamental para entender el alcance de lo que estamos llevando adelante.
Cada una de estas herramientas sirve para cubrir un espacio de construcción y acumulación del Proyecto Nacional. Están vinculadas entre si porque forman parte del mismo proyecto, del mismo plan, pero cada una tiene sus particularidades y sus objetivos específicos.
Esto significa que debemos orientar nuestras tareas de construcción a:
La producción de propuestas de acción política en defensa y profundización del Proyecto nacional y latinoamericano impulsado por Cristina Fernandez y Néstor Kirchner.
Impulso de políticas y medidas para la transformación de la matriz económico productiva como plataforma estructural y sistémica destinada a la satisfacción de necesidades de nuestros pueblos y resguardo de todos los recursos nacionales para la vigencia de la justicia social y la independencia económica.
Promoción de la soberanía popular expresada por la unidad política tras un Programa del Proyecto Nacional y Latinoamericano y la participación organizada en diferentes formas de gestión pública y territorial de las organizaciones sociales, gremiales y políticas con la conducción democrática institucional de Cristina Fernández y política de Néstor Kirchner
Articulación de acciones destinadas a hacer pronta y efectiva la política de derechos humanos y justicia, para terminar con la impunidad y desarmar la permanencia de fuerzas político militares solapadas en las estructuras institucionales y con actividad en el mundo de las mafias y el delito común que amenazan la democracia y la seguridad social.
La generación de relaciones políticas y planes de acción conjunta con organizaciones populares, sociales, gremiales y económicas nacionales y latinoamericanas para defender y consolidar el Proyecto Nacional y Latinoamericano.
Actividades de producción, intercambio y acciones conjuntas para construir relaciones, políticas, económicas y sociales entre organizaciones e intergubernamentales en los ámbitos de trabajo autogestionado, medio ambiente y juventud
Generación de espacios de intercambio y debate de políticas para la defensa de de los procesos democráticos de los pueblos en Latinoamérica frente a la presencia político militar de fuerzas imperiales y de acciones terroristas y desestabilizadoras.
El desarrollo de medios y contenidos de comunicación interna y externa para extender la difusión y el debate político del Proyecto Nacional y Latinoamericano.
Plan de creación y articulación de medios y agencias que expresen la política del kitchnerismo y las expresiones populares respecto al Proyecto Nacional y Latinoamericano.
Desarrollo de un programa de contenidos, instrumentos y técnicas de comunicación para ser utilizados por la militancia del MUP en sus ámbitos de trabajo y en el territorio.
La extensión de las actividades de formación y la promoción de la participación de más compañeros en la conducción política del Movimiento.
Actividades destinadas a la formación política y técnica por medio de la práctica. y el ejercicio del análisis y la síntesis política conjunta.
Plan de organización y sistema de comunicación y encuentros regionales y nacionales para garantizar el flujo de información, el debate y la participación en la toma de decisiones.
La consolidación y expansión de las estrategias de trabajo autogestionado y de gestión pública para la organización económica en el territorio, destinadas a producir bienes y servicios para la satisfacción de necesidades populares y el fortalecimiento de la independencia económica nacional.
Consolidación del Grupo Manuel Belgrano como instrumento estratégico de experiencia y demostración de las propuestas del movimiento para la participación del trabajo autogestionado en circuitos económicos de satisfacción de necesidades y autogestión social de la economía.
Desarrollo de Programas de gestión regional y municipal de políticas de promoción económica territorial para organización de circuitos económicos y encadenamientos que articulen la demanda, la producción y lo servicios para el combate contra la inflación y la transformación de la matriz económica.
El debate por el PJ y los partidos
La creciente institucionalización es producto de la recomposición de las estructuras económicas y sociales que atraviesa nuestro país desde la crisis del 2001 a esta parte.
Producto de aquella crisis, las instituciones tradicionales (Gobierno, partidos políticos, justicia, etc) habían perdido terreno en la acción pública frente a organizaciones de nuevo tipo (movimientos sociales, ONG, asambleas, etc). A la recuperación económica le correspondió la revalorización de la institucionalidad y la perdida de terreno de los movimientos sociales.
En este marco veníamos discutiendo la necesidad de conformar un nuevo Partido que formara parte del Frente para la Victoria. Al tiempo que se discutía esto, se aceleró la normalización del Partido Justicialista y muchos compañeros se entusiasmaron con volver al Justicialismo.
Esto introdujo una nueva discusión, hasta ahora ausente en el Kirchnerismo. Frente a esto es imprescindible no marearse ni hacer análisis apresurados sino buscar el camino más conveniente para la acumulación y desarrollo del proyecto. Lo importante sigue siendo la estrategia y los Partidos giran en torno a ella y no al revés. En este sentido no debemos dejarnos llevar por la falsa dicotomía entre PJ, o partido propio.
La política que debemos tomar es la de estar en el PJ allí donde se pueda y armar el partido donde no.
Ejemplos sobran. En lugares como Formosa o Mendoza sería imposible que estuviéramos en el PJ, en cambio en Capital o Quilmes, algunos compañeros son parte del PJ y eso no altera nuestra política.
La juventud
Después de muchas idas y vueltas “La Cámpora” va tomando forma y aparece con claridad la posibilidad de construir una síntesis política de la juventud del Kirchnerismo.
Esta es una oportunidad histórica de reconstruir una Organización de Juventud que sea vehiculo de las luchas políticas, sociales y culturales para fortalecer, desde abajo, el proyecto nacional.
En el plano político debemos impulsar la organización y participación activa de la Juventud en el territorio y en la gestión pública para aprender haciendo la política nacional.
- Promoción de la participación de jóvenes en actividades destinadas a la formación política y técnica por medio de la práctica. en las acciones de ayuda solidaria para las emergencias, en programas de educación popular, en los servicios públicos de salud, en la expansión del deporte y el arte como ámbitos de inclusión y valorización de la actividad grupal, la creatividad colectiva y la identidad cultural.
- Plan de organización y constitución de equipos de trabajo multidisciplinarios con jóvenes idóneos, técnicos, profesionales y estudiantes para prestar servicios y asistencia en el territorio y en la gestión pública.
Vamos por más:
El protagonismo POLÍTICO DE LA JUVENTUD en
el PROYECTO NACIONAL
De donde venimos
Vivimos tiempos históricos con profundos cambios en nuestro país y en la región a partir de la puesta en marcha de proyectos democráticos, nacionales y populares que colocan nuevamente a los gobiernos y a los pueblos como actores centrales de su presente y su futuro.
Junto a Néstor Kirchner nuestro país recuperó la iniciativa y se comenzó a trazar un proyecto nacional capaz de poner nuevamente a las políticas de Estado como garantes de una patria para todos.
La dictadura militar iniciada el 24 de Marzo de 1976 dio el marco para instalar en el país un modelo económico, social y político de dependencia. Se partió del genocidio de 30 mil compañeros, militantes sindicales, políticos, sociales que representaban una generación que expresaba un modelo de país con justicia social.
Fueron esos años los que ayudaron a instalar la cultura del miedo, de la apatía a la política y a la acción pública, del no te metas, de la desconfianza hacia el par (el vecino, el compañero de trabajo o de aula) y a priorizar el éxito individual aún a costa de lo colectivo.
Y como continuidad de esa etapa vinieron democracias de cartón que no hicieron más que gerenciar y administrar intereses de las empresas de la economía más concentrada.
La política, o mejor dicho una gran parte de ella, y los dos partidos que en su momento representaban intereses nacionales y populares como el PJ y la UCR dejaron de ser herramientas para cambiar la realidad y se transformaron en gerenciadores. Es decir, la política no se entendía no como el desafío de un grupo, de un colectivo hacia determinado fin, sino como salida individual, como un trabajo al mejor postor.
Con esos intereses gobernando el país se produjo un saqueo de los recursos nacionales junto una transferencia y concentración de la riqueza que provocó que la mitad de los argentinos sean pobres.
La venta de los recursos naturales producidos en los ´90 como los del petróleo, la energía, el transporte, produjo que la capacidad de intervenir del Estado se debilitara y los grupos que lograban concentrar empresas hicieran lo que querían.
Gobernaba el país entonces una alianza empresaria, política y cultural que había logrado imponer, primero a sangre y fuego durante la dictadura y luego “comprando” la política, un modelo de país como el que habían aspirado y llevado adelante todas las variables liberales de nuestra historia.
De esta manera ante un modelo de país con altos niveles de capital extranjero, sin recursos naturales, sin producción industrial, con un esquema de servicios, tuvo como corolario que a partir de la segunda mitad de la década de los ´90 se produjeran grandes movilizaciones populares y estudiantiles para acabar con el modelo de hambre y desocupación.
Los movimientos sociales, las federaciones de estudiantes y los sindicatos que en ese momento componían el MTA (hoy el moyanismo que conduce la CGT ) y la CTA (estatales), fueron los protagonistas de la resistencia y los principales responsables de que caiga el modelo liberal y puedan abrirse las puerta hacia otro modelo de país.
Fue la movilización callejera la herramienta más importante de aquel tiempo.
Otra etapa, otra responsabilidad
Revertir 30 años de política liberal no es una tarea sencilla, del otro lado de la vereda los intereses más concentrados continúan presionando para que no se profundice el proyecto nacional.
Frente a esta situación el rol de la juventud es fundamental. Ser el motor del cambio, ser el sector más dinámico de este tiempo político asumiendo una tarea que no es nueva para los jóvenes argentinos. Desde la pelea por la independencia hace 200 años y en cada momento en que la historia requería participación y militancia fueron los jóvenes los que agarraron la manija, se pusieron la camiseta y trabajaron para que el país sea de todos.
El saldo de la dictadura fue claro, de los 30 mil desaparecidos el 60% era joven, hoy el saldo del modelo liberal también lo es: de cada 10 presos 6 son jóvenes y de cada 10 desocupados 6 son jóvenes.
La realidad de deserción escolar, violencia con los pares y drogas tienen origen en ese modelo de país que destruyó la movilidad social ascendente, destruyó el trabajo y los lazos colectivos, mandando al infierno al 70% de los jóvenes de este país.
Es necesario tener en cuenta el origen de estas problemáticas…No son producto de la naturaleza joven, no fue siempre así, no es “natural” que los jóvenes tengan que estar tirados en una esquina.
Es producto de la marginalidad y la exclusión social a la que nos llevó ese modelo de país que nos gobernó hasta el 2003 y cuyas consecuencias vamos a pagar por un tiempo largo.
Más allá de la importancia de los programas puntuales y la contención para este tipo de casos hay que trabajar en la profundización del proyecto nacional como clave para seguir avanzando en la distribución de la riqueza. Más acceso al trabajo, con mayor presupuesto para la educación, más acceso a los espacios públicos, de esparcimiento y otros siguen siendo las claves para una resolución de esos problemas, que es una solución política, es un modelo de país.
Ser parte de la solución
El sustantivo aumento del presupuesto para la educación pública, la reapertura de las escuelas técnicas, inclusión a través de programas de empleo joven, son algunos ejemplos de lo que significa proyecto nacional traducido en políticas públicas.
En ese sentido tenemos que trabajar, en la construcción de poder para el proyecto nacional y para que las políticas públicas de distribución de la riqueza se implementen de la mejor manera.
En esta etapa histórica ya no alcanza con quejarse o denunciar, hoy somos gobierno entonces tenemos la responsabilidad de conducir y las tareas se modifican. Se requiere formar más cantidad de compañeros que asuman esta responsabilidad de representar y profundizar el proyecto nacional en el barrio, en una facultad, en la escuela, en un municipio, en un concejo deliberante, etc.
La necesaria renovación política, el protagonismo popular y el control estratégico de los recursos naturales son tareas que requieren de una militancia agrupada en espacios más amplios con coordinación nacional.
Cada uno por su parte cumple un rol pero los grandes temas nacionales requieren de un agrupamiento con más fuerza, un agrupamiento que pueda ser el lugar de los jóvenes que quieran una Argentina para todos y todas.
Un lugar identificado de manera clara y orgánica, con la conducción política de Cristina Fernández y Néstor Kirchner.
Sin perder identidad, ya que cada uno de nosotros tiene una recorrida ya realizada, nos proponemos desde el MUP trabajar fuertemente en el 2008 para apoyar la construcción de La Cámpora como agrupación de referencia nacional de la juventud del proyecto nacional.
Es bastante clara la necesidad en ese sentido de hacer una síntesis superadora de las experiencias de organización que existen al día de hoy. Los movimientos sociales aportan muchas veces cantidad y un determinado trabajo de base de mucha importancia pero son la mayor de las veces incapaces de traducir en la representación política institucional ese trabajo.
Por otro lado la militancia enrolada en la Juventud Peronista o que es parte la gestión institucional, posee experiencia en la actividad política pero su representatividad juvenil es escasa por lo que la capacidad de impacto de las políticas que dispara es débil.
La nueva síntesis es tomando lo mejor de cada una de las partes para fundirlo en un emergente nuevo, un esquema de corriente juvenil que pueda funcionar como funcionó la JOTAPE en su momento, y que hoy tiene que ver con ser el espacio de defensa del proyecto nacional y de aporte de ideas y cuadras para la renovación de la dirigencia.
Convencidos de que si no hay proyecto nacional nos definen y dirigen los de afuera, y ya sabemos de las consecuencias que trae consigo ese modelo, hoy tenemos por delante ser parte de la solución, ser propuesta constante y superadora. Queremos un nuevo Estado con protagonismo popular, queremos jóvenes que interpreten desde las políticas públicas lo que realmente necesitan y quieren sus pares.
Recuperar la mística, la formación política-histórica para aportar con todo a un proceso que no puede fracasar ni debilitarse por intereses mezquinos; es el momento de dar el ejemplo y jugar todos en un mismo sentido.
Desde la participación en el territorio, en los secundarios, en la Universidad, en el mundo del trabajo, en el Estado, tenemos que dinamizar este proceso de cambio, construyendo La Cámpora y profundizando el proyecto nacional.
Para esto buscamos…
- Formación integral de cuadros.
- Generar encuentros regionales federales bajo el título “500 cuadros para el proyecto nacional”. Encuentros donde se dividan las temáticas y se vaya generando el imprescindible nivel de conocimiento mutuo y acción común para llegar a los objetivos antes descriptos.
- Establecer la apertura de la Juventud del MUP en La Cámpora en las 24 provincias del país.
- Generar una estructura federal de funcionamiento hacia la interna del movimiento.
- Ampliar la base de programas que se ejecutan.
- Referenciar compañeros para que puedan entrar en espacios institucionales como referentes de la juventud. Fortalecer a los que ya están insertos.
- Trabajar esquemas de cupo joven que permitan mayor participación juvenil o en su defecto de leyes que, a nivel municipal y/o provincial, garanticen los derechos elementales.
MESA TERRITORIAL
“De la emergencia social a las políticas públicas de inclusión y de inclusión social y participación popular”
.... "el objetivo para los próximos cuatro años será el de consolidar una Red Federal de Políticas Sociales junto a las provincias, los municipios y las organizaciones sociales. Se necesitan acuerdos integrales, no hay espacio para lo individual, sólo hay espacio para la gente y para lo colectivo". Ministra Alicia Kirchner
La experiencia de las organizaciones sociales en el territorio están signadas por el esfuerzo solidario y colectivo para alcanzar la finalidad del bienestar y la justicia social.
A estos fines, valores y metodología de organización social el Gobierno Nacional ha dado respuesta inicialmente con políticas públicas de inclusión y participación a través de los diferentes Ministerios.
Esto modificó la relación que se venía sosteniendo con el Estado nacional durante las etapas previas al 20003.
Las experiencias de trabajo territorial no puede despegarse de la situación nacional general ya que es ese marco es que cumple una determinada función. Durante de década del ´90 las consecuencias del modelo liberal de pobreza y desocupación hizo que los movimientos sociales encaren la lucha por las necesidades más urgentes.
Los comedores, las copas de leche, los centros populares, los centros de alfabetización entre otras formas fueron construyendo una red de participación popular frente a la inacción del estado y a las formas “punteriles” o “clientelares” de resolución de la crisis que tenían ese momento el duhaldismo en la provincia de Buenos Aires y versiones similares en el resto de las provincias.
Esa situación llevó a que los agrupamientos territoriales, sociales tomaran mucha fuerza y pudiera ser un a través principalmente de las movilizaciones actores centrales en la caída del modelo neoliberal. Toda esa acción estuvo enmarcada en una situación de resistencia frente a la alianza política y económica que gobernaba la Argentina.
Actualmente la modificación de la etapa se modifica el rol que los trabajados territoriales. Ante un gobierno nacional y popular, que modifica activa nuevamente políticas de estado para la inclusión social y la distribución de la riqueza se hace imprescindible actuar de acuerdo a este momento.
Esto no significa que la organización territorial desaparezca sino que se resignifica, que cumple otro rol, otra función.
Y esta función se en la ofensiva ser agentes territoriales del gobierno nacional, ser voceros y aplicadores de sus programas y política.
Debemos participar activamente en el diseño y ejecución de las políticas públicas pasar de ser beneficiarios a ejecutores. Logra políticas públicas de inclusión social con mayor extensión y mejor calidad en sus objetivos y mayor nivel de impacto.
Esto significa pasar en el territorio de una etapa de defensiva a una etapa de ofensiva.
El otro eje importante es la articulación con los gobiernos municipales.
Esto se da sumando compañeros a municipios o discutiendo presentando propuestas de avance, que vayan en el sentido del protagonismo popular en la toma de decisiones.
Presupuestos participativos, programas de cooperativas en obra pública, unidades municipales de trabajo autogestionado, consejos de organizaciones sociales y vecinales son algunos ejemplos de herramientas válidas que debemos ir probando.
A veces, es necesario incorporar compañeros a la gestión en otras situaciones la cuestión es planificar y ejecutar acciones en común con los municipios construyendo soluciones integrales de fondo.
La otra cuestión fundamental es posicionar a los mejores referentes para que en las próximas elecciones legislativas del 2009 puedan pelear en el plano electoral.
La experiencia en ese sentido lo que en algún momento fue una organización basada en coordinadores ha generado una en varios lugares una tendencia autoritaria, de punteros, y no de verdadera conducción.
Estamos diciendo que los compañeros que sean más representativos porque los más queridos tiene que avanzar y posicionarse, pero no desde un lugar de mejora o prebenda personal sino porque es algo sentido por todos.
Además el cargo es del MUP, eso tiene que quedar claro, no es de la persona, y ese individuo esta ahí para profundizar la construcción del MUP y su política.
EJES DE TRABAJO.
- LA ORGANIZACIÓN DE LA DEMANDA Y EL CONSUMO, esto es promover circuitos de consumo donde se fortalezca el poder de compra frente a la especulación y concentración de la oferta sobre todo en el tema alimentos.
- COOPERATIVAS, OBRA PÚBLICA Y TRABAJO AUTOGESTIONADO, intervenir en programas donde la obra pública sea realizada por cuadrillas propias.
- COMUNICACIÓN, desarrollar boletines, programas radiales, radios comunitarias, y toda experiencia que fortalezca nuestro discurso y nuestra práctica a través de la comunicación de la misma.
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